La compra de una vivienda es, probablemente, una de las causas más necesarias y a la vez, con mayor riesgo para los ciudadanos españoles. Para poder hacerlo, la mayoría han tenido que pedir una hipoteca para afrontar los precios exigidos. La nueva ley hipotecaria pone fin a prácticas abusivas por parte del sector financiero para llegar a unos trámites más sencillos y transparentes para el consumidor.
Una de las prácticas más importantes era la obligatoriedad, por parte de las entidades bancarias, de la contratación de seguros, hecho que condicionaba al consumidor para el préstamo hipotecario.
El fin de los seguros vinculados a los créditos inmobiliarios ha llegado, la nueva ley prohíbe las ventas vinculadas de productos financieros, entre ellos, los seguros.
A partir de ahora, las entidades financieras, deberán presentar a sus clientes ofertas alternativas y así, permitir al cliente contratar una póliza por su cuenta.
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